“ la muerte es, en efecto, un enorme misterio, pero de ella se pueden decir dos cosas: es absolutamente cierto que moriremos, y es incierto cuando y como moriremos”
El libro tibetano de la vida y la muerte
Me encontraba sobre dos asientos reclinados y el tercero en posición vertical, este ultimo por ser la hora de las bandejitas y el jugo de tomate. Mi mirada posaba fija en un punto muerto. El tiempo pasaba literalmente volando pero las ideas no terminaban de asentarse. Y esta vez no por culpa de la incomodidad de la clase turista.
Que creer cuando se le pierde miedo a la muerte?
Generalmente la turbulencia y un buen pozo de aire nos trasladan a un cuarto vacío con un espejo, y ese espejo reflejando la muerte, futura posible y real. Esa sensación en la panza cuando el avión se mueve significa mucho más q un simple reflejo humano al vertigo, significa temores: a desaparecer, a dejar de existir. No ver mas a nuestros seres queridos y pensar en la tristeza q les generariamos.
En mi caso es distinto. Mi primer miedo fue haber perdido el miedo. Es normal imaginarme a la parca y poder esbozarle una enorme sonrisa???. Si al fin y al cabo lo unico q lamentaria es dejar de seguir viviendo, no lo que pueda pasar, sino de lo que dejaria de hacer. Celos del resto de la gente... si, celos.
Si quiero ser positivo corro con ventaja, pensar que la impermanencia es factible, creer en la propia evolucion y alcance mi bardo (palabra tibetana que designa una transición o un intervalo entre la conclusión de una situación y el comienzo de la siguiente), o imaginarme en un viaje a la siguiente dimension.
En negativo no se ponerme pero creo tener en claro esas conclusiones.
Quien me va a juzgar entonces?
Que sea el budismo por las dudas. Es un tema a ampliar en un futuro cercano.
El resto es lo de siempre, la ansiedad de la gente por bajar del avión, la felicidad al ver mi valija y los kit kat infaltables del free shop.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario